¿Es de los que ve el vaso medio vacío o medio lleno? Sea lo que sea, sepa que para verlo medio lleno primero hay que ir llenándolo. No es otro mundo el que propone la directora Mercedes Afonso en la segunda película a concurso de la decimotercera edición de la Primavera Cinematográfica de Lorca, El amor se mueve. Es el mismo mundo, el nuestro, pero el que para muchos pasa desapercibido porque se esconde entre historias que sólo entienden de argumentos vitales que invitan a la desesperanza. Es por tanto una llamada de atención al optimismo, «a observar que en nuestra vida hay muchos momentos buenos que hay que valorarlos y disfrutarlos. Es una historia para recordarnos que estamos vivos, que la vida es corta y hay que disfrutarla en plenitud», explica la directora.
¿Tópico?, júzguenlo ustedes cuando acudan al cine a verla, aunque sólo sea por prescripción social para desintoxicar de caos el alma. La directora canaria ha sido la primera en aterrizar en Lorca junto con dos de los actores de los treinta que participan en la cinta, Carlos Quintana y Alba Cabrera. «Mi personaje es el de un mimo que ha vivido tantos malos ratos que sólo encuentra forma de expresarse a través de la mirada. Ha sido un placer trabajar en esta historia tan positiva», matiza el joven actor.
La película cuenta la historia de un argentino que viaja hasta la isla de Palma y en el transcurso se cruza con siete historias que recoge en un libro que quiere regalar a su futuro hijo. Y hasta ahí puedo contar. Habrá que esperar hasta el sábado para ver si el optimismo cautiva tanto como el pesimismo.
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